Desarrollo sostenible y agroecología
Inyección de O3
Una de nuestras prácticas para fomentar una mejor gestión del suelo en nuestros campos, es inyectar ozono en el suelo junto al agua de riego. El ozono actúa mediante oxidación destruyendo las células de microorganismos como hongos, bacterias o virus, de modo que podamos asegurar el buen crecimiento de nuestras cosechas.
Asimismo, y gracias a esta actividad, conseguimos reducir el uso de fertilizantes e insecticidas en nuestras cosechas.
Crecimiento de cubiertas vegetales
De acuerdo a la normativa europea, para evitar la desertización de los campos permitimos el crecimiento de cubierta vegetal y el no laboreo de las parcelas de cultivo.
El uso de cubiertas vegetales es clave para evitar algunas plagas como el pulgón de forma natural. De esta manera, las especies invasoras se alojan en estas vegetaciones y no llegan a colonizar nunca nuestros cultivos. Además, las cubiertas mejoran la estructura del suelo y está demostrado que reducen su erosión hasta en un 95%. Asimismo, se disminuye el arrastre de fertilizantes y productos fitosanitarios a los cauces fluviales y a los embalses, y se fomenta el incremento de la biodiversidad por el efecto protector y el alimento que proporciona la propia cubierta a aves y mamíferos.
Con esta práctica contribuimos, por otro lado, a evitar incendios forestales, a conseguir un equilibrio entre la actividad agraria y el paisaje y, en definitiva, a un desarrollo más sostenible del sector.